Buenos días
Como trabajador de la UNED considero que uno de los principales problemas de la tutorización de las asignaturas reside precisamente en la propia condición del Centro Asociado. La vinculación reconocida en los estatutos de la UNED a los Centros Asociados con la universidad es estrictamente académica, es decir, constituyen un mero enlace, bastante débil a mi entender (también estudio en esta universidad) entre la universidad y el estudiante, una especie de elemento coordinador que no se llega a plasmar en una articulación completa, ordenada y coherente entre la universidad y el centro. Los centros asociados no "pertenecen" jurídicamente a la UNED, a pesar de la contradicción que se desprende del hecho de que su creación deba ser aprobada por el Consejo de Gobierno de la UNED. ¿Cómo se come eso? Los centros asociados se constituyen mediante un convenio que la UNED puede firmar con las CCAA, entidades locales u otros entes públicos o privados, convenio en el que se regula además el órgano de gobierno del mismo. Ello supone que la UNED no tiene toda la responsabilidad sobre el funcionamiento del mismo y menos sobre su gobierno, que corresponde a la junta rectora establecida en el convenio y de la que pueden ser partícipes en un sentido decisivo entidades de derecho privado. ¿Cómo entonces esperar de los centros asociados un funcionamiento y una gestión y responsabilidad acordes con las exigencias de un servicio de dominio público? En relación a vuestra preocupación por los centros de pequeño tamaño pasa como con cualquier servicio público que se deposita en manos privadas, que si no es rentable desaparece. ¿Os imagináis qué sucedería si se dejara RENFE en manos privadas? Pues que todos aquellos trayectos que incluyen localidades pequeñas (que no son rentables en economías de escala) desaparecerían.
El profesor-tutor, por otra parte, como figura clave de esta coordinación entre la universidad y el estudiante, sufre en primera persona la despreocupación que supone esta condición jurídica difusa de los centros asociados. De hecho, no se le considera como trabajador de la UNED, su condición es la de becario de la junta rectora del centro (en algunos casos como ya he comentado, de la empresa privada) y la despreocupación de la UNED en este asunto es tan patente como esta manifestación del Gerente en respuesta a una solicitud de información sobre la condición de este colectivo tan importante y a la vez tan precario:
"tanto los profesores tutores como los becarios no tienen una relación contractual con la UNED. Saludos."
Parece a todas luces que los Centros Asociados, cuya mención se hace 57 veces en los estatutos de la UNED, no suponen más que un medio para acaparar matrículas de la potencial clientela (como gustan de llamar hoy a los administrados o ciudadanos los nuevos gestores de lo público) y hacer dinero a través de las actividades de extensión universitaria.
Saludos
